domingo, 26 de mayo de 2013

¿Quién hizo las pirámides de Egipto?


Algunos simplemente dirían a esta pregunta: “pues los faraones lo ordenaron, y los esclavos los hicieron”. Pero esta verdad tan simple puede que no sea verdad.
Como siempre digo en esta serie de artículos “misteriosos”, Oconowocc ni afirma ni desmiente, solo informa. Y hay algunas teorías al respecto.
Por ejemplo, el de los alienígenas, como siempre. Se dice que es imposible hoy dia a nivel humano hacer piedras tan sumamente enormes y tan bien hechas. Se habla de si pasas un cuchillo entre dos piedras de las pirámides, no entra, de lo bien hechas y compactadas que están.
Incluso se habla de que si pones una cuchilla de afeitar en lo alto, en la punta de las pirámides antiguas se afila solo, como si hubiera una especie de energía latente. También se comenta que las pirámides están alineadas de tal forma que quieren representar constelaciones.
Y por si eso por si solo ya es bastante misterioso, aquí va otro dato más interesante aún: todas o las más importantes civilizaciones antiguas utilizaron hicieron pirámides, no es exclusiva del imperio egipcio. Por ejemplo, los aztecas e incas. Y se han encontrado pirámides en el fondo de un lago chino (bastante alejados de Egipto), en Tenerife (pirámides de Güimar, Oconowocc estuvo allí para verlo hace unos meses), y en Sicilia recientemente han encontrado también.
¿Por qué, precisamente, las piámides han sido objetos tan usados? ¿hay alguna razón por la cual esa figura triángular haya sido tan edificado?
Se habla o se especula de que antes de que las descubrieran los egipcios (es decir, que no las hicieron los egipcios sino que las descubrieron y luego las imitaron pero no en todo su esplendor) , las pirámides estaban recubiertas de mármol blanco, con lo que debió representar algo bastante visible desde lejos y bastante hermoso.keops plano 300x255 ¿QUIÉN HIZO LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO?Por ejemplo, hablemos de la pirámide de Keops, la más grande. En el siglo 25 antes de nuestra Era, sin ruedas ni poleas, ni grúas o máquinas de ninguna clase, un grupo de obreros movió la friolera de más de dos millones de bloques, de pesos comprendidos entre las 2,5 y las 60 toneladas. Y no sólo eso: sin brújula -no existía-, orientaron sus cuatro paredes a los cuatro puntos cardinales con una precisión pasmosa; sin hierro practicaron agujeros que parecen hechos con un taladro en los que al examinar las muescas se ve que cada vuelta de torno profundizaban en el granito hasta doscientas veces más que lo que lograríamos nosotros hoy con un taladro de punta de diamante; y sin instrumentos ópticos orientaron algunos canales internos hacia la posición que ocupaban estrellas como Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón, muy importantes dentro del contexto religioso egipcio. Esos y otros detalles evidencian que los constructores de la Gran Pirámide poseían unos conocimientos científicos que los expertos dudan en conceder a los primeros egipcios. Entonces, ¿quién lo hizo?
Más aún: descubrimientos como el que hizo en el siglo pasado John Taylor demuestran que muy posiblemente los egipcios no hicieron las pirámides, al menos las primeras, pues demostró que el perímetro de la pirámide dividido entre el doble de su altura equivale a 3,1416… el número pi. Pero claro, ¿no se suponía que el número pi lo descubrieron los griegos siglos antes?
Es decir, que parece ser que partes de las pirámides primeras los utilizaban como portales matemáticos.
La pregunta es… ¿entonces de verdad las hicieron los egipcios? Dudoso pues.

En el año 1930 Antoine Bovis, visitando Keops, descubrió cuerpos de gatos y ratas que murieron en el interior de la pirámide. Pese a llevar días muertos, no presentaban signos de descomposición.


Regresando a Francia, Bovis construyó una maqueta de la pirámide de Keops, de 75 cm de altura, orientándola en el sentido norte-sur del campo magnético terrestre y, a un tercio de su altura, colocó el cadáver de un gato, que se momificó, tal como había sucedido en la pirámide de Egipto. Después de repetir el experimento varias veces, se dio por convencido de que la pirámide actuaba de manera a detener el proceso de putrefacción y a provocar una acelerada deshidratación de los cuerpos orgánicos colocados en su interior.

En 1935, John Hall, de Chicago, haciendo experimentos con la pirámide y empleando un anillo de cobre y dos hilos demostró que del vértice de la pirámide salía una especie de carga eléctrica; corroboraba así la experiencia de Williams Siemens, quien, encontrándose en lo alto de la pirámide de Keops, sufrió una descarga eléctrica al beber de una botella envuelta en un periódico húmedo.

Verne Cameron, de los Estados Unidos, fue el primero en notar que los productos alimenticios guardados bajo la pirámide no solo se mantenían indefinidamente, sino que, además, conservaban todo el sabor y las cualidades nutritivas. Karel Drbal, ingeniero de radiocomunicación, de origen checo, construyó su réplica de pirámide y, haciendo varios experimentos entre 1949 y 1954, constató que las réplicas de la pirámide de Keops tienen la capacidad de mantener afiladas las hojas de afeitar durante mucho más tiempo que el normal. Hojas de afeitar cuya vida útil era de “siete afeitados”, afiladas por la pirámide llegaban a los “40 afeitados”. Según Drbal ese efecto se debe básicamente a dos factores: (1) una deshidratación rápida, que elimina la humedad en los espacios intercristalinos del filo de la lámina (en el caso de los materiales orgánicos produce la momificación) y, (2) una acción sobre la estructura microscópica de la materia, que elimina el efecto de “fatiga del metal” producida por el uso (en las materias orgánicas esta acción destruye los microorganismos que causan la putrefacción, permitiendo la conservación de la materia sometida a la momificación). Según Eric McLuhan, profesor de electrónica en la Universidad de Ontario, el hecho de que la pirámide esté alineada con el norte-sur magnético indica que sus efectos deben tener alguna relación con el campo magnético terrestre y que de alguna forma las ondas de energía de la pirámide son polarizadas. Dice él que las pirámides egipcias son masas sólidas de roca cuyas cámaras están relacionadas entre sí como cavidades de resonancia, en las cuales puede almacenarse o excitarse la energía electromagnética, de manera semejante a los altavoces de alta fidelidad. Para McLuhan la clave del poder piramidal está en estos tres aspectos: gravedad, magnetismo y resonancia. Afirma también que en Italia, Francia y Yugoslavia, cuando la leche y el yogur se distribuían en envases piramidales y el producto se mantenía fresco durante más tiempo, esto debe demostrar de forma indubitable que la intervención de otras energías existe, puesto que es imposible mantener los envases en la orientación norte-sur.

Bill Schul y Ed Pettit, autores de dos clásicos sobre pirámides, “El poder secreto de las pirámides” y “El poder psíquico de las pirámides”, llevaron a cabo diversos experimentos en los cuales constataron que las pirámides pueden, según su uso, acelerar o retardar el desarrollo de plantas, mejorar la cicatrización de heridas y la curación de enfermedades emocionales, aparte de tener curiosos efectos sobre las personas que meditan en el interior de réplicas de pirámides, contribuyendo al desarrollo de facultades paranormales.
En un comunicado de choque, El jefe del Departamento de Arqueología de la Universidad de El Cairo, el Dr. Ala Shaheen ha dicho a una audiencia que puede haber verdad en la teoría de que los extraterrestres ayudaron a los antiguos egipcios a construir la más antigua de las pirámides, las pirámides de Giza. 
Cuando se le cuestionó además por el Sr. Marek Novak, un delegado de Polonia en cuanto a si la pirámide todavía puede contener tecnología alienígena o incluso un OVNI con su estructura, el Dr. Shaheen, era vago y respondió: "No puedo confirmar o negar esto, pero hay algo dentro de la pirámide que "no es de este mundo".
Los delegados a la conferencia sobre la arquitectura del antiguo Egipto se quedaron en shock, sin embargo el Dr. Shaheen se ha negado a hacer más comentarios o detalles sobre su ovni y sus declaraciones sobre extraterrestres.La charla egipcia antigua trata de las escrituras muy a menudo de seres del cielo, de la abertura del cielo y de las luces brillantes bajando a enseñarles tecnología y darles la sabiduría. Muchos cuadros y símbolos se asemejan a UFOs y a extraterrestres. Los extraterrestres construyeron POSIBLEMENTE la gran pirámide de Giza. Y estas técnicas duraderas sólidas de la construcción fueron adoptadas por los egipcios.

Las leyendas egipcias antiguas hablan de Tep Zepi, o “de la primera vez”. Se describe también cuando los “dioses del cielo” vinieron a contactar con la tierra y levantó la tierra del fango y del agua.
Ninguna tumba, templo o pirámide fue elevada en el lugar más prominente del bajo Nilo, para que los faraones Keops, Kefrén y Micerinos se encontraran con esa milla de oro completamente virgen para edificar sus monumentos. ¿No será más cierto que las pirámides de Giza ya estaban edificadas muchos miles de años antes y que estos faraones sólo fueran usurpadores? No hay que olvidar que en la estela del inventario, del Museo de El Cairo, Keops afirma que la gran pirámide, el templo de Isis, era un monumento de sus antepasados.
La esfinge no es un monumento construido sino excavado. El terreno pétreo fue desalojado convenientemente para que al final emergiera el cuerpo del animal dentro del foso de la roca madre. En las paredes de este foso se aprecia la erosión acuática producida por la lluvia en un periodo húmedo anterior a que Egipto se desertizara, fecha que debe ser más antigua de los 10000 años. Y si la IV Dinastía no llega a los 5000 años de antigüedad, ¿quién la construyó?.
La tribu de los dogones de Mali y los antiguos egipcios hablaban de unos dioses procedentes del sistema de Sirio, y los asirios y babilonios afirmaban que provenía de los cielos. Tanto los dogones como los babilonios

Gran Esfinge de Giza
abundaban sus informaciones con la afirmación de que la naturaleza de los viajeros era anfibia. Con este dato Robert Temple formuló una teoría interesante sobre la relación entre la Esfinge de Giza y el medio acuático de dichos seres.
En el interior de la meseta de Giza existen grandes cantidades de agua. Algunas tumbas profundas, como la llamada tumba de Osiris, cerca de la calzada de Kefrén, están anegadas. Ya Herodoto mencionó, hablando sobre la tumba de Keops, que “…las cámaras subterráneas en la colina sobre la que se encuentran las pirámides, pretendía el faraón que fuesen sepulcros para él mismo, y las cincundó de agua, practicando un canal desde el Nilo”.
El astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov afirmaba que la palabra con la

Foto ser gravitando en el espacio alrededor de un astro rojo: Sirio, tumba de Ramsés III
que los antiguos iraníes se referían a Sirio era Tistrya, palabra que proviene del sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas. Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue ampliamente conocido por todas las culturas de nuestro más remoto pasado. Al no ser apreciable desde nuestro planeta, ¿quién difundió semejante información?  El Sol y Sirio salen por el mismo punto del horizonte, por lo que muchos templos están orientados a dicha dirección.  Como el orto  solar de Sirio se retrasaba cuatro días cada año, ambos astros volvían a coincidir en el mismo punto 365 x 4 = 1460 años. Esto ocasionó la confección de un calendario paralelo, conocido como calendario sóthico que se remonta enel Antiguo Egipto para marcar acontecimientos que sucedieron 43 siglos s.C. ¿Cuándo, pues, hicieron ‚ éstos sus observaciones de Sirio para establecer su calendario? ¿Acaso fue este un conocimiento llegado por los mismos dioses de los Dogones y una nueva pista sobre su origen?
Las tradiciones culturales de las tribus que pueblan el valle del Niger, especialmente la tribu de los dogones de Mali, nos cuentan leyendas sobre astronautas que en el pasado remoto llegaron de Sirio. Su dato diferenciador es que incluidos en esos mitos se esconden asombrosos datos astronómicos de sorprendente veracidad. Los dogones, así como los egipcios, conocían que el Sirio era un sistema triple formado por tres estrellas, y que Sirio B orbita alrededor de Sirio A en un movimiento que dura 50 años. La precisión de esta afirmación, corroborada por la ciencia astronómica, no tiene explicación racional. Y sorprende más aún cuando los dogones afirman que ese conocimiento fue transmitido hacía miles de años por los dioses instructores que llegaron a nuestro planeta.
Fue en 1931 cuando el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, recogiendo y publicando todas las informaciones que le suministraron. Porque no sólo conocían, desde hace milenios, perfectamente el sistema de Sirio, sino que tenían constancia asimismo los anillos de Saturno o las cuatro lunas galileas de Júpiter, y todos ellos astros no visibles al ojo humano sin la utilización de telescopios. Por aquella época nuestra astronomía desconocía que Sirio fuese un sistema triple, ya que fue tan sólo en 1995 cuando los astrónomos franceses Daniel Benest y J.L. Duvent publicaron en la revista Astronomy and Astrophysics el descubrimiento de Sirio C por una perturbación observada en las órbitas de Sirio A y B.
Robert Temple un lingüista norteamericano miembro de la Royal Astronomical Society británica y afincado en Londres, publicó un osado libro que tituló El Misterio de Sirio, en el que aventuró que Nommo fue un extraterrestre que dejó en la Tierra, hace entre siete y diez mil años, toda clase de pistas sobre su origen estelar. “Cualquier otra interpretación de las citadas pruebas no tendría sentido, concluyó Temple.
Este conocimiento se ampliaba a otras tribus vecinas como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala, que compartían iguales informaciones sobre  Sirio, que además conformaban la esencia de su cultura y que incorporaban a sus rituales religiosos más solemnes. En el año 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro titulado Génesis Negro, en donde ampliaba los datos que los dogones suministraron a su padre. Explicaba que los dogones creían en un dios creador del Universo al que llaman Amma, que envió a la Tierra a un dios menor conocido por el nombre de Nommo, provisto de semillas y todo el arsenal necesario para general vida. De sus acciones provienen los animales y las plantas, así como la primera pareja de humanos, que tuvieron 8 hijos que llegaron a tener edades increíbles.



¿Representan las 3 pirámides de Giza las 3 estrellas de Sirio?

Resulta sugerente la idea de que las tres pirámides de la meseta de Giza, aparte de representar las tres estrellas del cinturón de Orion (Osiris) representen asimismo las tres estrellas del sistema de Sirio (Isis). La pirámide atribuida al faraón Keops, la más grande, estaba relacionada con Isis, Sirio A, según podemos constatar en la llamada Estela del Inventario. La estrella Sirio A es blanca brillante, con una temperatura superficial de alrededor de 10.000 grados centígrados. Curiosamente la Gran Pirámide poseía un revestimiento muy pulido de fina caliza de la cantera de Tura. Se tiene constancia, por análisis efectuados por André Pochan y W.M. Flinders Petrie, que dicho revestimiento estuve pintado con una leve solución a base de óxido de hierro para potenciar su luminosidad ligeramente dorada. Por ello, al igual que la estrella Sirio A, la pirámide podía verse, cuando los rayos de sol incidían sobre ella, desde una distancia de 80 kilómetros, sirviendo de faro a las caravanas de peregrinos que se acercaban a ella para su adoración como templo solar.
Sirio B es actualmente una enana blanca, aunque anteriormente debía de haber sido una gigante roja. En la meseta de Giza estaría representada en la pirámide atribuída a Kefrén, cuyo revestimiento superior era de color blanco, similar a la Gran Pirámide, pero que en la parte inferior está compuesto por bloques de granito rojo, por lo que la pirámide tenía dos colores, rojo y blanco, posiblemente para significar que la estrella cambió del rojo al blanco.
Los astrónomos Daniel Benest y J.L. Duvent, descubridores en 1995 de Sirio C, la definieron como enana roja o, incluso, una enana marrón. Sorprendentemente la pirámide de Micerinos, que podría representar a Sirio C, estuvo completamente revestida de granito rojo de Aswán.
De ser cierta esta hipótesis, si las tres pirámides de la meseta de Giza representan a las tres estrellas del sistema de Sirio, tendríamos que evaluar si las llamadas pirámides “satélites” se debieran corresponder con posibles planetas que giran alrededor de ellas. Sirio A tendría 3, Sirio B tendría 1 y Sirio C tendría 3. Obviamente nuestra tecnología astronómica no llega a evaluar los posibles planetas orbitales de las estrellas de Sirio, aunque tampoco, hasta hace muy pocos años, se conocían las propias estrellas de la constelación.



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